Cuando anonimo visito el blog

Venia yo por la vida caminando comiendo carnitas cuando de repente de madrazo me encuentro con el Anonimo. Y como ese wey es bien a toda madre y siempre es una fuente de inspiración pues en chinga lo salude.

Yo: ¡Qué onda wey, cómo estas!
Anonimo: ¿Bien wey tu qué onda?

Yo: Pues aqui en el roll papando moscas wey.
Anonimo: A pues que bien.

Yo: ¿Y qué haces por este lado del desagüe?
Anonimo: Pues pase a darte un roll y a decirte algo.

Yo: No mames, dime, que pasa.

Anomimo respiro profundo y me miro directo a los ojos.

Anomimo: Leí buena parte de tu blog y hay algunos posts interesantes e incluso divertidos, pero entre más lo leo más deprimente y falto de imaginación.

Yo: ¡No mames no puede ser!
Anonimo: Si cabron, asi es. Creo que deberias hacerlo como terapia en lugar de hacerlo tan en serio.

Todas esas palabras llenas de sabiduria golpearon mi cerebro como un microbus a toda velocidad en carril de contraflujo.

Solo despues de reunir todos los trozitos de mi corazon hecho pedazos pude decirle con lagrimas en los ojos.

Yo: Idiota, este blog no es ni remotamente en serio. Basicamente es, un lugar donde digo y escribo lo que se me pega la gana. Si fuera en serio tendria que tomar tu comentario en cuenta en lugar de burlarme de el.

Gracias por pasar por la casa Manto, a ver que otro día te das otra vuelta, aunque sea para hecharte un pastelito.